Ante todo quisiera nombrar que, aunque sé que no formo parte de esa generación o no he formado parte de esos entrenos o esas vivencias, algo de mi me hace sentirme que yo también pinto algo en esta historia.
Empezaré citando a un jugador que me dedicó unas palabras que cambió mucho mi forma de verme y del cambio que se ha producido en mi. Esa frase en cuestión fue: “Eze, quien iba a pensar que serías entrenador, viéndote cuando entrenabas con Roberto Orellana....” Esta frase me hizo ver mi pasado, lucha y entrega sin sentido, era lo más parecido a un esclavo, solo que para rematarlo era horriblemente malo. Tenía una confianza plena en lo que realizaba mi entrenador sin nunca preguntarme el porqué de las cosas. Bastó que un año llegase una persona al sur e influyese a otra y esta otra me transmitiese dichos conocimientos, no solo técnicos y tácticos, sino la forma de hacerlo bien. Un mundo nuevo y a la vez extraño. Ya no era igual al resto, era diferente y por fin sentía que lo hacía bien, por fin sentía algo de lo que era realmente el baloncesto y lo que eso conlleva.
Todo esto me dice que nunca es tarde, lo único que importa es estar en ese momento adecuado en el sitio adecuado. Una suerte que espero algún día de ser consciente de lo afortunado que soy.
He de agradecer ese comentario a ese jugador, al cual le tengo una gran admiración, que me haya al menos considerado un entrenador. Es un paso de muchos que tendré que dar.
Me queda la otra cita o frase inolvidable en mi vida. Dicha frase es: “Yo no hubiese dado un duro pero con el tiempo estás haciéndome ver que me puedo haber equivocado”. Esta frase no es exacta, dicha por un entrenador y amigo al cual le tengo muchísimo aprecio. La frase citada completa a la anterior, porque siento con esta frase que no solo bastaba que estuviese en el lugar idóneo en el momento idóneo, sino que debo no solo escuchar y entender sino también querer aprender. Muchas veces desperdiciamos la oportunidad que se nos da sólo una vez en nuestra vida, por no saber valorarlo y no luchar lo suficiente. Gracias a Dios luché y quise aprender y aun sigo queriéndolo hacer, puesto que uno deja de aprender cuando cree (equivocadamente) que lo sabe todo y por lo tanto dejará de crecer.
Quisiera acabar dando las gracias, no solo a los autores de las frases, sino a todo ese grupo especial, diferente, que me ha dado un punto de vista distinto, mejor. Gracias por sacarme de la oscuridad y ver al menos un rayo de sol.
EZEQUIEL HM
3 comentarios:
Hola amigo.
Bienvenido.
Me alegra mucho que te haga feliz el seguir aprendiendo. Que des gracias a esas personas, BIEN, pero, lo más importante es que no dejes de valorarte a ti mismo y el esfuerzo que estas haciendo por ser cada vez mejor nadando rió arriba y manco. Mantener la voluntad cuando la gente te niega el camino es muy duro. Conoce tus limitaciones trabaja les... y que la ilusión te acompañe.
PD: Muy valiente por tu parte...
Bueno, ya Leo ha dicho lo que piensa; así que yo pensaré lo que digo.
Es gratificante tenerte por aquí. Me gusta que gente que pueda aportar cosas vaya estirando la columna azul esa de la izquierda.
Espero que consigas sacar cosas positivas de cada una de las entradas, porque cada una de ellas tiene una intención, un trasfondo, un conocimiento.
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