Desde ayer hay algo que me tiene inquieto, sobrecogido, atónito… no duermo pensando en ello, no sonrió, no me divierto, no soy el mismo…es algo enorme.
He descubierto un nuevo gran reto, mayor que el de pasar de ser unos pueblerinos graciosos a los temidos del Arona; un reto mayor que el de jugar de pívot contra Madrid, Barcelona, Gran Canaria y Houston, y además ganar el torneo; un reto mayor que el de llevarse cuatro palizas (literales) en USA; un reto mayor que el de entrar en INEF sin entrenar las pruebas y con un mes de reposo total; un reto mayor que el de hacer un doble mortal atrás; un reto mayor que el de correr por la pared…
Es más, superar este reto supone una recompensa de 75€, lo cual lo hace mucho más atractivo, ya todos conocéis mi debilidad por el dinero en el juego, apuestas… (Tú también Tommy)
Puede que fracase, muchos diréis: “ya te lo advertimos”, puede que jamás vuelva a ser el mismo, puede que me quede en el intento… a pesar de todo, voy a intentarlo, porque es mi naturaleza, mi cuerpo me lo exige, VOY A COMERME UN CROISSANT. Pero no uno cualquiera, uno del Gigantazo! Adjunto fotos para que veáis lo que esto significa.
Espero contar con vuestro apoyo y ya os contare que tal salió…
3 comentarios:
yo se de uno que conseguiría eliminar de ese restaurante la dichosa recompensa.
Croassantitos a mi!! diría.
Si iban a enterar ellos
jajajaajaj!!!! que pedazo de crack, admiten publico???? XD
Me encantaría estar ahí para verlo de cerca como vi la mayoría de esos otros retos.
Pero me conformaré con un par de buenas fotos y una crónica completita en el blog. Bueno, y una visita al lugar en cuestión cuando se ofrezca la ocasión.
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