-Es que veo tanta belleza que se me salen las lágrimas de los ojos. Me fascinas Vida. Me fascina todo lo relacionado contigo. Me fascina.
-Muchas gracias Hipocresía.
-Esta ha sido el la noche más triste, Vida. He derramado mares de lágrimas. Y puse la cara más larga. Y no solté una palabra ni para mí mismo. Y me he parado a pensar en lo absurdo que es todo, todo esto. Y... y... y muchas cosas. Me largué a dormir, cabreado con el mundo y con un peso encima de los hombros que ni quinientos bueyes cargarían, el peso de la Angustia. Entonces despierto después de una noche infinita y oscura. La Tristeza se apodera de mi...
-De lo que no te has dado cuenta, Amigo Mío, es de que despiertas, pero aún no has abierto los ojos para así ver el mundo que te rodea. Te embarcaré y seguirás un camino imaginario, Amigo Mío. Te falta mucho por descubrir, pero lo tienes en la palma de la mano. Ábrela y descubrirás el sinfín de maravillas que auguro. Así es, tienes el billete de ida y vuelta en el Life Express. Monta en el tren, adelante. Yo, Vida, escondo secretos pero estoy dispuesta a contárselos a cualquiera que quiera montar en el tren de las infinitas paradas. El que mejores vistas tiene con diferencia. Un camino lleno de sorpresas te espera, ¿a qué esperas? De la música que más te apetezca podrás disfrutar. Las películas que más te plazcan podrás contemplar. Podrás parar donde quieras y cuando quieras. Bajar. Contemplar. No cuentes las puertas que ves a tu alrededor, nunca terminarías, Amigo Mío. Bueno, ¿las ves? Pues puedes tomar la que quieras. Cada una es un mundo lleno de maravillas por supuesto. No sabrás lo que te espera hasta que la abras y contemples lo que esconde. Ojo, puede decepcionarte. Tomas ese camino. Te recomiendo no mirar atrás nunca. Adelante sí, siempre adelante has de seguir. ¿Qué?¿Que no te gusta? No te preocupes, puedes volver por el triste camino de vuelta y probar suerte con otra puerta. Siempre por supuesto con todas las comodidades del Life Express. Ojo 2, sus comodidades dependen de cómo te sientas durante el trayecto. Oh, pobre... estás triste... bueno, has de elegir ¿qué puerta deseas abrir? Sí, sí... la que quieras... faltaba más jajá. Ya, es normal que ahora todos los mundos que éstas desvelan te parezcan una... ¿cómo decirlo?¿Atrocidad? Una mierda vamos, pero no puedes quedarte aquí colgado. No. Has de elegir ya. Lo más importante, Amigo Mío, es que no has de tener dudas pero inlcuso así has de ser capaz de mantener la cabeza erguida y tomarlas en cuenta.
-¿Qué quieres decir con esto, Vida? Quieres decir que no sé aprovecharte, ¿verdad? Quieres decir que es mero odio el que yo siento por ti, ¿cierto? Quieres decir que no debería seguir viviendo, ¿no es eso? Soy un estorbo, eso es lo que soy. Pasa de mi, Vida. Pasa.
-No, Amigo Mío, simplemente digo que puedes aprovecharme, que puedes quererme, que debes seguir viviendo y que ante todo, no eres ningún estorbo. Eres necesario. Eres ese grano de arena que todo el mundo necesita. Eres aquel que también puede levantarle una sonrisa al mismísimo Odio. Pero por tu manera de pensar, he de llamarte Pesimismo. Me gusta la palabra. Reflexiona, te doy las puertas, te doy el camino, te doy ese billete, te doy lo que a todos, aunque no todos lo acepten. Saber aprovecharlo es cosa tuya. Vuelve si quieres ser algo más en mi, Vida.
1 comentario:
Me gusta.
Es otro paso. En la buena dirección, claro.
No lo dejes nunca.
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