El hogar, que es esa tierra
que enterrado en ella
parece estar uno
justo en el centro del mundo.
Porque las raíces
no son de donde nacen
sino de donde crecen,
de esa tierra que es cuna
del sol y la luna.
Y, yo, joven tallo,
asomando por mi suelo
queriendo ser drago
para conquistar el cielo.
Del aura enamorado,
como velero encabalgado
por su salado perfume,
soñando que soy nube
para seguirla sin fin.
Por eso tú, hoja mía,
vete ahora, vuela con sus alas,
no dejes que la melancolia
te engañe con mis fantasmas.
Que te esperaré aquí
en la tierra de tu raíz.
Aquel día viejo tallo,
algún día drago.
1 comentario:
Esto es...buenisimo! Digno de un grande! Me encanta!
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