RESPETO
Siempre he sido un entusiasta del cine y quiero hacer
una cita en estas líneas.
Hay una película
llamada “El Presidente
y Miss Wade” (1995), dirigida
por Rob Reiner, donde el
Presidente de EEUU, Andrew Shepherd (Michael Douglas), termina la película
con un discurso “poniendo en su sitio” a su rival republicano, Bob Rumson
(Richard Dreyfuss), que no ha parado en todo el film de desacreditarlo con
sucias argucias, aprovechándose de una relación sentimental del viudo
Presidente, entre otro montón de tremendos argumentos sucios y zafios. Su
discurso acaba diciendo algo así como ……. les
habló… Andrew Shepherd…. y soy el Presidente de los EEUU.
Continuare con el tema cinematográfico, como ya dije me
encanta el cine y suelo ver con cierta frecuencia películas de todo tipo y
género.
Por muchas películas que vea de abogados, militares,
médicos, arquitectos, artesanos, obreros de la construcción, granjeros y de cientos de profesiones más, JAMAS se me ocurre presumir,
debatir, dogmatizar sobre todas o una de esas profesiones, PORQUE NO TENGO NI IDEA.
Al contrario, si tengo la suerte de encontrarme con alguien
de un nivel profesional contrastado,
rápidamente saco papel y lápiz, disponiéndome
a informarme y empaparme lo más rápido posible, sobre esa materia. PERO NUNCA para dogmatizar, ni mucho
menos rebatir o discutir sus conocimientos por muchas películas que haya podido
ver, sobre ese sector.
¿Alguien cree, que un médico permitiría que un indocumentado
entrara a opinar en un quirófano, sobre cómo trabaja? Aportando como único aval
de su presencia, el haber visto 15 capítulos de TV de la serie “HOUSE md”.
Seguramente parecería hasta jocoso.
Entonces si esto es así, ¿Por qué no nos respetan? ¿Por qué
no respetan a los entrenadores? ¿Por qué de repente todo el mundo se cree con derecho
a criticar a opinar sobre algo que no
sabe?
¿El hecho de haber
jugado unos años, ya iguala el nivel de compromiso con los entrenadores de
verdad, que llevan años aprendiendo, formándose y superándose? Si la respuesta
es que si, entonces lo de ir a un
quirófano a ordenar e instruir al médico ya no es tan jocoso, sino sería
razonable.
¿Y si además ni ha jugado? Y encima, reconoce públicamente
que no se sabe de baloncesto. ¿Cómo tenemos el atrevimiento de opinar y
sobretodo DESPRECIAR el trabajo del
entrenador?
Que desilusión, que falta de respeto y sobretodo que injusto
y lo más grave aún, que daño hacen esas personas a sus propios hijos, confundiéndoles. Hijos, que no tienen
ninguna culpa de la obcecación de sus padres.
Señores que deben ser serios,
formales, prudentes y no sé cuántas
cosas más (en teoría).
Y que seguramente al profesor de Matemáticas no le dirán
que no sabe de Matemáticas cuando el hijo suspende (aunque conozco a alguno que
si lo hace)
Les escribió Andrés Rodríguez y SOY ENTRENADOR DE BALONCESTO
Escrito en Navidad 2011
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