VIVERE VITAM

Decía A. Gala que en su epitafio figurara algo así como “murió vivo” 

Comparto totalmente ese pensamiento  ESTOY COMPLETAMENTE SEGURO que lo CONTRARIO ES DEMASIADO TERRIBLE.

Los que me conocen saben que tengo una tía de 97 años y es un autentico ejemplo de lo contrario a lo expresado por A. Gala. Lo mas dramático es que lleva ya unos 30 años “viva, pero muerta”.

Es curioso, convivir con ella desde que yo tenia unos 16 años me ha hecho recapacitar  sobre un montón de cosas, acerca de como funciona este deporte que le llamamos vida. Sin duda gracias a esta mujer he podido llegar a grandes conclusiones. No porque ella tuviera un gran interés en enseñarme algo sino en tener claro como hay que hacer las cosas.

 AL REVES de como ella hace.

Entiendo que esto de la vida es algo muy complejo y creo que todos nos “comimos y comemos el coco” con el tema la vida y la muerte.

No pretendo con este juntaletras dar ningún dogma, sino simplemente respirar y airear mis conclusiones.

Un día nacemos, esta más que dicho que es de lo único que no se nos puede acusar como culpables.

Crecemos y ya de repente aparecen los miedos, los temores por cosas aparentemente absurdas.

Como “kit-kat” diré, es muy curioso como reaccionan los niños pequeños en las piscinas o en cualquier lugar que para el resto suponga riesgo.

Ellos si no tienen ninguna mala experiencia, se adaptan sin el menor problema.

Rápidamente alguien dice que son unos inconscientes. Ese es precisamente el problema, de repente son conscientes y empiezan los miedos.

Bueno después de esta atrevida aparición en la Pedagogía continuare con mi exposición.

Los miedos aparecen por un millón de causas pero en mi caso también porque me ponía a pensar que era antes de nacer, de donde vine, etc. y lo mas dramático que me angustiaba… que pasa cuando nos morimos, donde vamos.

Cuando tienes muy pocos años hacen que todas estas pesadillas sean muy difíciles de llevar.

En mi caso particular “aprendí” a no pensarlas, a no permitir que mi cabeza caminase por esos derroteros.

Confieso que conseguí con esa táctica y con el paso de los años a considerar que ESO ya no fuera un problema.

Como ya se sabe, hacer como el avestruz no soluciona el “tema”. 

Entonces  empiezas a escuchar lejanamente por medio de tus padres o familiares mayores, que aquel famoso actor o aquel periodista o aquel otro que era un político famoso, se han muerto.

A ti no te dice nada esas muertes, no los conocías o te sonaban vagamente.

Solo tienen un denominador común, la muerte.

Volvía a aparecer después de algunos años.

Ahora eras mas jovencito ya habías dejado de ser un niño y entonces “debías afrontarlo con una madurez apropiada”.

 Pues, para nada.

Eso sí como ya estaba entrenado volvías a disimular y podías seguir caminando sin mayor problema.

Pasas a la pantalla siguiente.

Eres ya un joven madurito con trabajo, familia e hijos (en la crisis de los 80). Puedes ver la vida desde otra perspectiva y junto a algún amigo en una noche de verano de tertulia  "hasta las tantas"(sin alcohol), puedes llegar a filosofar sobre cosas como……… y ¿nuestros padres que pensaran? Han visto como crecemos, como nos casamos-separamos, como nacen los nietos ¿Qué sentirán? Como verán la vida desde ese punto, era algo que comentábamos desde nuestra posición de tener ya 24,25,26,27 ó 28 años.

La siguiente pantalla nos ofrece el comienzo de una vida cercana a los ambulatorios, a los médicos, a los hospitales.

Empieza un largo peregrinaje por los ambulatorios de acompañante de mi madre donde la recetaban “containers” de medicamentos.

 Hasta que llegaba ese momento de ver al medico de turno, pasaban horas y horas de espera.

En esas horas de espera podías leer o simplemente mirar y escuchar a los que te rodean.

Yo era de los que escuchaban y miraban. Ahí aprendí a que era mucho peor quejarse, por muy mal que estuviéramos siempre había gente que estaba mucho peor. 

Conclusión………………..”virgencita que me quede como estoy”

Es el momento que empiezas a coquetear con la muerte, algún familiar, algún amigo de tu familia, alguien que de alguna forma estaba lo suficientemente cercano como para que la muerte apareciera y sentirla. 

Lo podemos resumir y afrontarlo como “ estas cosas pasan”, así es la vida.

Y te quedas así como mas tranquilo.

En mi caso, rebelde sin causa siempre, todo esto me hace meditar con más profundidad, ya no desde la imagen del pavor como cuando era pequeño sino de una forma si queréis más científica. 

Algo parecido me ha pasado con la Religión o con otros temas.

Nueva pantalla.

Quizás como resultado de las meditaciones y reflexiones “veo” de una forma menos dramática el tema.

Llego a mis propias conclusiones (probablemente erróneas, pero a mi me valen) y certifico que igual que al niño pequeño es inconsciente hasta que alguien le trasmite el miedo. Cuando alguien se muere oímos que sol@ me he quedado, no puedo vivir si su compañía y cosas así. Estos comentarios y esta pena nos llega a impresionar y............ yuyu

 Es decir, el que se “queda” es el que tiene un problema y nunca el que se va.

También concluyes  desde otro ángulo de la cuestión, la famosa frase de que el cementerio esta lleno de imprescindibles, que esto en otro juntaletras daría para otro tema interesante.

 Llegó la muerte de mi madre como siguiente punto reflexivo.

Tengo que decir que por muchas teorías, muchos convencimientos y muchas muertes cercanas, ninguna ha supuesto para mi nada parecido.

Fue muy duro vivirlo (vuelve a hablar el que se queda) y fue una situación que nunca olvidare.

Es cierto que después de esta muerte tan cercana y tan sentida, todo cambió sobre ese tema y creo que conseguí alcanzar una tranquilidad sorprendente.

Alguien me hablo una vez de una canción del grupo Maná. Desaparecidos. La letra me enseño a que en efecto, ningún desaparecido se va  de tu lado. Os la dejo para quien la quiera escuchar.

La muerte ese día tenía ya una razón de ser y ya por fin, no había que mirarla ni con miedo ni con terror, sino como una pantalla más que llegas al final del final.

En mi caso alcanzar ese nivel me ha hecho ver las cosas desde una forma mucho mas tranquila y sosegada.

En la pantalla siguiente nos encontramos más mayores, con diferentes enfermedades y donde empezamos el carrusel de los ambulatorios, médicos, medicinas y hospitales pero ahora el protagonista eres tú mismo.

Ahora se van muriendo esos personajes que has “conocido” desde pequeño y como es lógico a nadie de los que te rodean jóvenes, les suena de nada.

Personas  de tu edad que has conocido a lo largo de la vida van desapareciendo también.

Probablemente estemos ya en el momento de responder  las preguntas  que nos hacíamos en aquellas noches,  sobre lo que pensarían nuestros mayores de la vida.

Salvo error u omisión en mi caso, en mi partida solo me queda la ultima pantalla.

Y no creo que pueda escribir sobre ella.

¿Cuáles son mis conclusiones?

Pues creo que lo más importante es antes de nada saber cuales son las reglas de este juego que se llama vida. Después hay que vivirla (vivere vitam). Vivirla con arreglo a las reglas que a cada uno nos haga sentirnos bien.

Donde otras cuestiones intelectuales, afectivas tienen un buen lugar para analizar.

Es igual vivir 10,20,70 ó 135 años, si los vives vivo.

Hay un montón de cosas que nos hacen sentirnos dignos y felices.

Disfrutemos del juego hasta el pitido final.

Con el pitido final se acabó el juego, a la ducha y a esperar.

Lo único lamentable, triste y decepcionante es malvivir como mi pobre tía. Tener 97 años y vivirlos así no es un éxito es un lamentable fracaso.

¿Por qué en balonmano no se puede meter gol con un patadon? ¿Por qué en basket no podemos correr con patines? ¿Por qué en rugby no se puede dar un pase hacia adelante? ¿Por qué en natación los nadadores no pueden llevar un motorcito incorporado para impulsarles mas rápido?

La respuesta a todas las preguntas es sencilla……….las Reglas de juego no lo permiten.

 Es verdad, que en tenis se podría jugar con dos raquetas. No pasaría nada. 

Pero las Reglas dicen que no.

Pues bien, en el Juego de la Vida las Reglas son estas.

Un día nacemos (no sabemos porque) y otro nos morimos (no sabemos porque) y mientras……..solo nos queda  VIVERE VITAM  vivir la vida.

 

Vivir la vida de verdad, aprovechar cada milésima de segundo en vivirla en sacar su jugo, en sentir cada amanecer y cada atardecer, en sentir el olor del mar ó el de las flores ó el de la hierba recién segada y húmeda.

La vida tiene muchas cosas espectaculares, como para despreciarla un solo segundo 

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Sabemos que tiene muchos momentos agrios, sinsabores, decepciones, momentos tristes, pero esa es “la salsa” que nos hace reaccionar sentirnos vivos.

Gente………….VIVERE VITAM