viernes, 8 de enero de 2010
A Pii Xmas
Lo he intentado, créanme, y mira que me he negado a escribir sobre ellas, pero parece ser que no se puede vivir en ellas sin hablar sobre ellas. Pueden con mi débil voluntad de oponerme a hablar sobre ellas.
Me he venido a Inglaterra, ya sé que lo sabéis, pero la pregunta es ¿por qué?, les diré. Creo que estoy huyendo de mi familia, no me voy porque no quiera verles o no quiera estar con ellos, sino que en estas fechas digamos que me gusta estar con la parte de la familia que sabe vivir las navidades. La diferencia entre mis dos familias es enorme, os tenéis que hacer la idea de que son dos extremos.
La parte colombiana de la familia tiene un concepto de las navidades totalmente distinta, la familia de la que he huido. Para ellos las navidades son tres días; La noche buena, fin de año y el día de reyes.
La noche buena se vive como si de un cumpleaños se tratara, se reúne toda la familia y algún amigo que está solo y se montan una fiesta en la que el protagonista no es otra que la comida, que normalmente es la misma que en un cumpleaños,bautizo, boda, tenderete, etc. Un montón de personas que se reúnen para comer y de paso se echan unas risas. Hay veces que esta cena tiene un poco de gracia, eso pasa cuando viene un familiar que hacía tiempo que no veíamos, pero ya está, siempre se baila con la misma música que les despierta su patriotismo de un país al que hace más de 20 años que no van. Entiendo que les guste las canciones de “Juanes”, “Carlos Vives” o alguno menos conocido como “Fruko y sus Tesos”, pero no me creo que solo se pueda escuchar esa música en una fiesta familiar. Aparte, en mi caso me cuesta a veces diferenciar si es año nuevo o noche buena, porque no se le dice a nadie feliz navidad hasta que sea 25, o sea hasta media noche. No sé, todo esto me parece equivoco.
Año nuevo, pues que queréis que os diga, ya he dicho que es igual que el 24. Lo único que cambia de una fecha a otra es la decoración aparte de que comes uvas. Bueno y si rebuscamos vemos que hay una diferencia en cuanto a que en navidades uno recibe cosas pensando que ha hecho algo bueno y siente una felicidad contagio de la persuasión de los medios de comunicación. En cambio en año nuevo se observa un comportamiento mental más exagerado, las personas llegan a creerse que la entrada al nuevo año es como pasar hoja, como si lo anterior no contara, y se proponen pocas cosas a cumplir en el año, desde mi punto de vista bastante simples, que luego dejan de cumplir pasadas las cinco primeras semanas del año (falsos propósitos).
El día de reyes es algo como que una gran putada para los niños ¿no? No entiendo, os fijáis que medio mundo occidental abre los regalos el 25 y los disfrutan y aborrecen durante las vacaciones, y la otra mitad esperan al 6 para recibirlos y joderse de ver que no les queda tiempo para volver a clase y no poder disfrutar mucho de sus juguetes en las vacaciones. En el caso de mi familia colombiana, no son de los que joden a los pequeños, son de los que directamente te regalan algo tan patético, que acabas deseando que el próximo año te consideren mayor para recibir regalos, para así no tener que volver a decepcionarte. Normalmente si te regalan algo es causa de su preocupación por quedar mal entre ellos, no os creáis que les nace. Tengo comprobado que si recapitulo los regalos que he recibido estos últimos años han sido de familiares a los que yo en algún momento he regalado algo “ojo por ojo, diente por diente”, es algo así.
Pero mi familia británica, con la que me encuentro ahora y como ya he dicho, es todo lo contrario. No digo que una sea mejor por el hecho de celebrar las navidades de una manera distinta a la otra, mejor o peor.
El primer día que “celebramos” aquí es el 25, cuando se reúne todos los seres queridos y pasamos una de las noches más bonitas y mágicas. Lo meto entre comillas por que en general las navidades enteras son una gran celebración, desde que comienzan las vacaciones hasta que regresas al cole, aparte del decorado, la nieve, las postales colgadas por todas las paredes y el árbol de navidad vestido con un traje de luces y repleto de pendientes preciosos, y además de todas aquellas cosas que saltan a la vista hay unas que no ves, pero que sientes desde el primer momento. Son el Hola del vecino seguido de una sonrisa y un “merry o happy christmas”,. Son el despertar cada día aunque no sea el 25 y preparar tu casa por que aunque no sepas quién, siempre hay alguien que viene a visitarte y tomarse una tasa de té y pasa entre 15 y 25 minutos dispuesto a hablar de cualquier cosa y disfrutar de hacer compañía, y también siempre el recibir llamadas de aquellos que no pueden estar con uno. Son el que todo el mundo tiene un interés por que todos estén bien. Son el perdonar y dejar pasar cosas por la contribución al espíritu navideño que nos envolverá a todos. Es el abrigo que te calienta de bienestar y te hace sentir acojido, abrigo que se forma por todos los familiares y amigos que ves.
En el Reino Unido no se celebra el 24, más bien se utiliza para hacer las últimas compras antes de que pase Papa Noel a dejar todos aquellos regalos que cada vez son más impresionantes y sin embargo cada vez menos especiales, al parecer. Y pensar, como me decía mi abuela, que antes apenas les ponían en su bota que colgaba de la chimenea una pieza de fruta una moneda y si había suerte unos guantes una o una nueva bufanda.
Y en realidad podría hablar de cada día como uno mágico, no solo el 25 cuando nos levantamos ,como cada año que he pasado aquí, corriendo en pijama al salón a quitarle al árbol de navidad los regalos con nuestros nombres. Pero creo que he dejado claro que no hay día especial en las navidades. Por eso no me preocupa perderme la fiesta de fin de año por estar chateando alegremente con una persona. Cuando llega el 31, normalmente acabo exhausto de tanta fiesta y tanta familia reunida. Pero eso es lo que quiero, unas navidades en las que pueda decir que me he aburrido de jugar con mis primos, hablar con mis tíos, recibir el ¡Feliz navidad!y demás cosas y todas en su debido tiempo. Esto me hace volver y decirme a mi mismo con la boca bien grande que he vivido las navidades.
Que nos dejen en paz las religión, es importante el origen de las navidades SI, pero no os sigáis engañando y engañándonos. Las navidades de hoy no tienen que ver con el nacimiento de Cristo. Todos sabemos el origen, lo que eran( lo que nos quería dar a entender la religión), pero no sabemos lo que son hoy, ese es el problema.
Acabadas estas fiestas, yo volvería a huir de mi familia inglesa, e irme a casa dejándolos en el cementerio, como si de una visita se tratara, ellos no se moverán de ahí y yo iré cada tanto a verles y revivir ese espíritu navideño cada día más muerto. Huir porque cuando se acaban las navidades, encajo con ellos lo mismo que encajo con la otra familia cuando estoy con ellos en navidades. En definitiva, procuraré estar de la mejor manera, en el mejor momento, en el mejor lugar, con la familia adecuada e interpretando mis papeles de sobrino, hijo, primo, nieto, cuñado, hijastro, ahijado y de hermano. Y si todo sale bien, que es lo que suele pasar, relajarme y disfrutar de ellos, como ellos disfrutan de mi.
PD: Espero que os gusten las fotos que he tomado xD
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1 comentario:
¡Joder! Tu segunda entrada más amorosa de la cascada que te pegaste y nadie ha comentado. ¡Qué raro! Yo comentaré:
Me ha gustado. Espero que cuando seamos adultos/viejos celebremos las Navidades (o lo que sea, porque eso me da igual y los días que sean, pero que sea como tu Navidad envidiosa) juntos. No sé donde ni como, pero con tus pautas. Y no solo un día. Y con regalos y con abrazos y en familia y con té y con nieve si se puede (sino con olas) y con comida muy buena y con chimenea y con largas conversaciones y juntos y con todo/s lo/s demás.
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