Tijoleño coach.

A primera vista ya parecía un tipo serio, tenía unas ojeras que le llegaban a la boca, no sabía si era porque no había dormido o porque le pegaron dos puñetazos a cada uno de sus ojos o porque había nacido con ellas, en fin. Al cabo del tiempo me di cuenta que, es un estresante y un estresado, lo quiero todo organizado y controlado y manda a todo el mundo, tiene una obsesión con el baloncesto, no es broma. Se levanta sobre las siete de la mañana siempre para ir a la oficina y escribir jugadas, ver videos, informarse de todo lo que le rodea, o hablar simplemente de baloncesto otra vez con el loco del segundo entrenador que también es un bicho. Te puedes creer que hasta el día 24 de diciembre y día de reyes (días de fiesta, unión familiar) el esté en la oficina haciendo cosas d baloncesto, y cuando termina ir a entrenar el equipo (ya se pueden imaginar cómo los de el equipo están de cabreados por entrenar esos días tan especiales sin tener partido cercano) y después volver a la oficina a trabajar. Nosotros siempre nos reímos pero no de mala manera de” pobre mujer e hijo”, metidos en un pueblo donde no hay nada y que su marido casi nunca está en casa.

A veces te saluda, a veces ni te mira la cara pasa de ti, a veces habla un minuto y se acaba la conversación, hay días que está simpático se ríe y otros muchos que no se ríe en ningún momento, ni en un momento gracioso en el que el equipo suelta una sonrisa.

Es un infierno ir con el solo en el coche, se habla los primeros diez minutos o menos y después de ahí no vuelve a abrir la boca hasta que llega a su destino. Yo ya he ido con el unas cinco veces cuando me iba a dejar o recoger al aeropuerto, es incomodísimo estar con una persona así al lado tanto tiempo y sin hablar (no música en el coche, nada todo silencio). Pues lo que yo hacía en esos momentos era nada.

En los días de invierno en este pueblo se suele ir la luz por motivos de mucha lluvia y nieve, por lo cual a veces hemos estado sin luz dos días seguidos, ya se pueden imaginar el frio de mi casa (entras al baño y te sale humo por la boca, y si vas a cocinar no te olvides del chaquetón, cuando cocinas una parte de la comida hecha se te enfría en el segundo porque todavía te quedan unos minutos para terminar de preparar tu cena). Lo mejor de todo es que mi querido entrenador no escribe mensajes de que se suspende el entreno, tuvimos que ir al pabellón a punto de oscurecerse y esperar 15 minutos en la oscuridad por si aparecía algún milagro y encendiera la luz en el pabellón para poder entrenar. Ya pueden imaginar que ese milagro no ocurrió.

A veces se le va la cabeza en los partidos y no controla nada de lo que pasa, o hecha broncas sin ningún sentido. También tiene cosas como decirle al segundo entrenador para que le diga a la mopa que se dé prisa limpiando para que los del otro equipo no descansen.

También tiene cosas buenas tener un entrenador así, porque si un entrenador quiere ascender como este tipo la única manera de hacerlo es entrenando como lo estamos haciendo. Hasta ahora está haciendo efecto vamos primeros y sólo nos quedan 8 partidos, si lo hacemos correctamente ascenderemos como primeros.