miércoles, 15 de septiembre de 2010

Muy bien acompañado...


American Graffiti,
a miércoles 15 de Septiembre de 2010.


Batido gigante de vainilla con:
-Plátano
-Galletas
-Leche condensada
-Miel
-y Canela


Esto va dedicado especialmente a todos aquellos que han confiado en mí desde el principio; aquellos que en su día apostaron que llegaría muy, muy lejos... Tommy, Gabriel, Juanki, etc., etc. Os lo dedico de corazón. 100 grandes ABRAZOS.

martes, 14 de septiembre de 2010

Dos días sólo...

Hola. Ahora mismo estoy tirado en mi nueva (aunque bastante incompetente) cama. En mi nueva (aunque sorprendentísimamente encantadora) casa. En mi nuevo barrio, rodeado de universitarios por todos lados; sólo gente joven; y la que no lo es, es porque son profesores, o camareros, o basureros, o policías, o guardias de seguridad, o señoras de la limpieza. En mi nueva (y amplia) ciudad.
Llevo aquí, en Gran Canaria (para el que no lo sepa), desde el Domingo; es decir, hace dos días y pico. Llegué con mi grandioso compañero de hazañas, el grandulezco Sergio Hernández. Que al igual que mi incompetente cama, se lució el primer día.
El barco salía a las 8:00 de la mañana del puerto de Santa Cruz. Me quedé en casa de Ari esa noche tras la intensísima fiesta de despedida que merece una próxima entrada. Sergio también se quedó en Santa Cruz, pero al contrario que yo, él no se quedaba en casa de su novia, sino en casa de una aaamigaa. Así que por si las flys, le había dicho a Ari que pusiese el despertador tempranito, para que en cuanto nos despertáramos le diéramos un tocazo a Sergio para que no se quedara entre las sábanas. El toque se lo di a las 6:45 creo recordar. Me levanté, me duche, desayuné, y salimos hacia el puerto a las 7:15. Ya era tarde en realidad; estaba acojonado y todo, porque los que íbamos a llegar tarde ¡¡¡éramos nosotros!!! Pero que vaaaaa. Fue llegar allí, echar un vistazo y observar que no había ningún Córdoba azul (con la puerta del copiloto que no abriese, claro está). Pues nada, cojo el móvil y le llamo; y resulta que se está volviendo a despertar, a las ¡¡¡7:25!!! Y teníamos que cargar su coche, sacar las tarjetas de embarque y embarcar con el coche claro. Para el que no lo sepa, por si algún día va con coche en un barco, como mínimo imprescindible intentar llegar 15 minutos antes de la hora de salida (habiendo sacado la tarjeta de embarque, please!). Sergio llegó a falta de 13 minutos; tuvimos que cargar el coche con mis maletas, mi bugui, la comida, mi almohada y demás; y tuvimos que sacar las tarjetas de embarque. Total que al final sí que entramos, pero como siempre y una vez más pasa con nosotros: SOBRE LA BOCINA EN LA PRÓRROGA. ¡¡¡JOOODER!!!
Tenía ganas de expresar mi ira contenida de ese día, aunque me haya ido bastante por las ramas viendo el título que puse. El caso es que ahora mismo estoy solo en esta casa, ya desde hace un día (que Sergio fue a Tenerife porque las class le empiezan el lunes); y estaré hasta que mañana llegue Ari y vuelva a no estar sólo.
Simplemente tenía ganas de volver a escribir y de que me volvieran a leer. Hoy a sido un día algo largo, porque he pasado la tarde intentando cuadrar el horario del Doble Grado de los cojones; al final he tenido que poner Ingeniería Informática por la mañana y ADE por la tarde. Creo que es lo más rentable. Ya os seguiré contando como me van los primeros días de estudiante de verdad.
UN ABRAZO... O MEJOR DICHO 100

domingo, 12 de septiembre de 2010

Caminos a lugares seguros...

Quizá la mayor facultad que posee nuestra mente sea la capacidad de sobrellevar el dolor. El pensamiento clásico nos enseña las cuatro puertas de la mente, por las que cada uno pasa según sus necesidades.

La primera es la puerta del sueño. El sueño nos ofrece un refugio del mundo y de todo su dolor. El sueño marca el paso del tiempo y nos proporciona distancia de las cosas que nos han hecho daño. Cuando una persona resulta herida, suele perder el conocimiento. Y cuando alguien recibe una noticia traumática, suele desvanecerse o desmayarse. Así es como la mente se protege del dolor: pasando por la primera puerta.

La segunda es la puerta del olvido. Algunas heridas son demasiado profundas para curarse, o para curarse deprisa. Además, muchos recuerdos son dolorosos, y no hay curación posible. El dicho de que el tiempo lo cura todo, es falso. El tiempo cura la mayoría de las heridas. El resto están escondidas detrás de esa puerta.

La tercera es la puerta de la locura. A veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia. Puede parecer que eso no sea beneficioso, pero lo es. A veces, la realidad es solo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad.

La última puerta es la de la muerte. El último recurso. Después de morir, nada puede hacernos daño, o eso nos han enseñado.

viernes, 3 de septiembre de 2010

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entradas
recuerdos
sentimientos
sensaciones
sueños
detalles
momentos
ilusiones
ideas
paridas
inventos
creaciones
miradas
propuestas
pensamientos
confesiones
viajes
regalos
descubrimientos
decepciones
alegrías
ruegos
favores
intenciones
compañeros
huidas
insomnios
perdones
películas
libros
vídeos
canciones
fotos
historias
cuentos
poesías
besos
abrazos
sonrisas
caricias
“nosotros”
“hola”
“adiós”
“PD:”
preguntas
respuestas
“…”
“te quiero”

palabras

jueves, 2 de septiembre de 2010

Compartir es difícil

Hay ciertas cosas que nos gusta compartir y ciertas cosas que no, al igual que hay ciertas personas con las que no queremos compartir y otras con las que sí. En ocasiones resulta  complicado mantener un margen porque cuando queremos compartir ciertas cosas sin compartir otras con personas con las que queremos compartir ciertas cosas puede que no compartamos con ell@s todo lo que queríamos compartir, en cambio cuando intentamos no compartir ciertas cosas con ciertas personas con las que no queremos compartirlas pero que por la razón que sea compartimos otras ciertas cosas y acabamos compartiendo más cosas de las que queríamos.

Por eso hay que tener cuidado con lo que prestamos y cogemos prestado. Porque las cosas aunque son lo que son pueden parecer otra cosa y no nos damos cuenta de que las cosas no son lo que parecen sino lo que son, si fuesen lo que parecen no serian lo que son sino lo que parecen y repito que no es así, si lo fuesen lo serían pero no lo son. De modo que no se olviden de lo que sí son.

Si lo leen bien, todo tiene sentido está encriptado en un sin sentido aparente que ilustra el sentido original en todos los sentidos posibles. Pero no pierdan el sentido intentando entenderlo, porque intentar entender a un loco es en sí mismo una locura y eso si que no tendría ningún sentido.

PD:  ignorando la redundancia semántica, léxica y tópica de mi entrada permítanme recordarles que la próxima entrada será la nº 100, de modo que sin intención de presionar a su autor (sea quien vaya a ser) espero que este muuuuuuuyyyyy impresionante