martes, 1 de febrero de 2011

El fin justifica los medios

El título es para que sepáis que, aunque le voy a intentar dar duro a Emilio, en el fondo estoy de acuerdo y creo que al final del video (los 3 últimos clips) el hombre expresa bien el concepto general, peeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeero tuve que ser muy paciente para aguantar el resto de su presentación en la que no pude evitar irritarme por ciertos comentarios que me pudieron parecer bárbaros, hipócritas o manipuladores. Esto no quiere decir que intente descalificarle o tacharle ni acusarle, al contrario admiro que se den este tipo de charlas, creo que es muy necesario y ya se la he recomendado a más de uno al que le vendrá bien. Tampoco me declaro un pesimista ofendido, ni voy a rebatir todo lo que ha dicho, más bien quiero analizar cómo lo ha dicho, porque si algo tienen los grandes speaker es labia.

Y es que el trabajo de un speaker es convencer a una audiencia de algo mediante la palabra. Por eso me hace tanta gracia que se meta con los Psicólogos porque toda su conferencia está basada en herramientas psicológicas, la velocidad en la que entona cada fase, más rápida y fervientemente cuando habla de cosas positivas, te da golpes de optimismo y argumentos de felicidad uno detrás de otro para no dejarte pensar, que tengas que estar atento a todo lo que dice. Luego aminora la marcha cuando quiere que reflexionemos sobre todas las putadas de la vida, las complicaciones, los cambios y las adversidades a las que luego nos dirá como enfrentarnos. Y es cierto se guarda todo lo bueno para el final, para que sigamos más interesados en lo que nos va a decir. Y cuando lo diga no nos lo va a decir demasiado rápido para asegurarse de que lo almacenemos bien, todo lo que nos dijo antes sólo era una preparación, se nos ha olvidado casi todo pero esto se nos tiene que quedar así que aunque no irá demasiado rápido lo dirá alto y claro. Pero para que le prestemos atención también necesita que nos caiga bien, tiene que ser dinámico, divertido y culto, lo demuestra con su expresión corporal, que aunque también dice que es un cuento de hadas, se pega las caras de sus oyentes (será que no les ve bien porque lleva las gafas en la mano), hace comentarios cómicos que se le dan bastante bien, prueba de ello es que su mayor aplauso es por un chiste sexista, y sabe un poco de todo, de antropología, de genética, de filosofía, tanto como lo que enseñan hoy día en los institutos y hace tiempo en la serie “Erase una vez…” o como sabe cualquier fan de redes y de los documentales de la dos. Y qué casualidad que enfatice tanto en los hijos y en la esperanza de vida (la cual define como un cambio trascendental en lugar la consecuencia de los cambios trascendentales, supongo que es cuestión de perspectiva), temas que a los que los jóvenes aun no les prestamos mucha atención, frente a un público con una media de edad de 40 a 50 años, un cálculo un poco a ojo de los peinados y vestidos de las señoras y de los campos de lucha canaria en las cabezas de los señores.

Otra ciencia a la que cita de manera poco optimista es la matemática racionalista, según él poco aplicable a la vida pero sin embargo buena herramienta para argumentar sobre los hechos de la misma mediante porcentajes y porcentajes, como que “se calcula que la perdida de ganas de vivir en los trabajadores representa el 22-28% del coste de pérdidas de una empresa”, “los que ríen viven un 21% más”, o que “la primera causa de muerte en el mundo occidental es la depresión”. Y la última es además una mentirijilla, y no digo mentira porque en realidad tiene que ver con las causas que llevan a la verdadera 1ª causa de muerte en occidente que son las enfermedades del corazón, enfermedades originadas en su mayoría por estilos de vida nocivos en los que la depresión tiene un papel importante.
Y al final no me ha quedado claro su actitud ante la genética, está claro que cree que las cartas son las que son y que uno sólo elige como jugarlas. Pero, ¿está jugando al poker o al pumba? Porque durante 15 minutos hablando de que jodidos son los cambios de la genética, que aunque nos ha dado herramientas muy útiles mediante mutaciones de ADN e instintos como la competitividad (otra casualidad que mencione que esta cualidad humana sea natural en una charla para de ambiente capitalista), están anticuados porque nos imponen el envejecimiento y otros impulsos que ya no nos convienen en nuestra sociedad y tenemos que mantenernos ante ellos. Y tras todo ello te lanza a la cara que te vas morir si o si (cosa que sorprendentemente la gente no se cree) y que a partir de los 12 años no se aprende. Pero entonces para qué demonios intenta enseñarnos a ser optimistas y porqué nos aconseja que sigamos estudiando. AAAAH! Es verdad que aun se puede aprender mediante la emoción con nuestro sistema límbico que es nuestra fuente de almacenamiento de memoria, que es mucho más eficaz que la corteza cerebral donde desarrollamos la razón. Aquí sí que me has pillado Emilio porque yo pensaba que la razón era la que relacionaba los recuerdos con las situaciones del presente, siendo el córtex cerebral el centro de recepción y análisis de la información. Vamos que yo pensaba que la razón y la emoción iban de la mano, pero tienes razón es mejor aconsejarnos que nos dejemos llevar por los impulsos del corazón (órgano muscular que bombea sangre) en lugar de aclararnos que es bueno confiar en ellos para tomar iniciativa y luego usar la cabecita (cavidad en la que se encuentran los tres cerebros JUNTOS). Me habría encantado que me hubiese preguntado si la felicidad es un conocimiento o una actitud, para contestarle que nuestro conocimiento depende de nuestra actitud, la perspectiva del estado emocional, la realidad del cristal con el que se mire. Y aunque no se pueda aprender la felicidad sí se puede aprender a ser feliz (que es lo que él está intentando enseñar), como se puede aprender a imitar a un genio pero no se puede aprender a ser un genio, como se puede aprender a jugar a baloncesto pero no se puede aprender a ser un crack.

Finalmente dos detalles curiosos; una de sus premisas es ser solidario y la siguiente no ser egoísta, soy sólo yo o esto es un poco redundante. Es sólo un tecnicismo que creo que le habría quedado mejor simplemente diciendo que la primera era saber cuál es tu función dentro del equipo porque si no la cumples entorpeces que el equipo cumpla la suya, y la segunda que que algún día te tendrás que retirar porque tu función se habrá acabado y otro tendrá que cumplir las nuevas. El otro detalle es que ya que tiene la generosidad de usar como ejemplos citaciones de empresas con las que ha trabajado como Alcatel, Santander o Renfe podría anunciar algunas otras como al pobre de las salchichas al que se le va a hundir el negocio.

Mi conclusión es que este hombre no es un hipócrita sino que sabe usar la hipocresía, que es un crack como Al Gore. Porque, como Al Gore, el speak es su negocio y aunque vendan algo legítimo como el cuidado del planeta y la felicidad no dejan de estar negociando. Así que Leo a mi no me la Leas.

1 comentario:

Coach ATM dijo...

Pues yo creo que has sido bastante indulgente con un aspecto importante para alguien que pretende vivir de hablar en público: dosificar y adeucar la exposición a la audiencia y completar el contenido por el que te han pagado.

Está bien eso de intentar contar algo divertido y motivante de manera aparentemente improvisada y cercana. Pero no puedes perder tanto tiempo en disquisiciones (algunas buscadas otras no tanto) y repetirte tanto cada vez que pierdes el hilo, para al final quedarte sin tiempo para exponer lo verdaderamente importante y mollar de tu conferencia, no poder resumir con las conclusiones-recomendaciones-consejos, y encima perder más tiempo haciendo contínuas referencia a que te quedas sin tiempo y a ver si te dejan más tiempo y ....
Penoso.