sábado, 22 de enero de 2011

Espiral de un 20 de Enero

Un vaso de cerveza medio lleno entre dos individuos que se miran. Uno detrás de la barra con su uniforme de camarero; recientemente licenciado en bellas artes y apurando quizá sus últimos días en uno de esos oficios cutres y mal pagados que muchas veces la sociedad reserva a todo aquel que sea medianamente culto. Otro, siguiendo el camino que sólo se atreven a seguir los que están completamente perdidos o los muy valientes.

“Hoy es veinte de Enero señor Rivero”, dice el camarero mirando con una mezcla de cariño y compasión a su acompañante. Lo dijo sumando al momento su expresión, propia de alguien honrado, inteligente y forjado en la vida dura de aquel que no se dejó arrastrar por su entorno y siguió más allá de lo mediocre y del Atlántico dejando atrás muchas cosas que tenía a cambio de otras que esperaba poder encontrar. Yo no lo sabía ni me había percatado. Como uno de esos momentos mágicos que de repente aparecen en tu vida y no los puedes olvidar, surgió esa frase completamente inesperada. Se cumplía un aniversario que él recordaba perfectamente, pero no yo.

Un veinte de Enero dos años antes aterricé en Madrid y me encontré esperando impaciente a Ruimi a la salida de un metro en una plaza desconocida para mí. Me había ofrecido su casa y su compañía durante las horas que iba a estar en esa gran ciudad. Hacía frío y me divertía expulsando el vaho de mi boca cada vez que respiraba. “Vivir aquí sería estupendo”. Serían pocas las horas en la ciudad ya que al día siguiente tomaría un tren que me llevaría por vez primera a Valladolid. Necesitaba esa visita para ver a mis niños de oro y sobre todo buscando una luz que iluminara hacía no sabemos dónde, pero que iluminara sin más. Buscando una luz que siempre está, como el sol que cuando se va, sabes que si esperas pacientemente, tarde o temprano aparecerá.

Después de cañas, tapas de escándalo y muchas risas decidimos acabar la noche tomando algo en uno de esos sitios que sólo puedes encontrar en Madrid: cómodo, caro y con muy buena música. Y en un momento inesperado apareció mi tormento. Apareció ella. Aquella mujer por la que tiempo más tarde habría matado a cualquiera por su causa con la misma intensidad y pasión con la que la habría matado a ella misma. Desde el primer momento hubo chispa, compenetración o como quiera llamarse, pero evidentemente algo pasaba. Alguien que con el paso de la noche fui descubriendo como la típica mujer que yo detestaría y sin embargo con su magia acabaría por hechizarme. Todavía hoy me pregunto por qué. Qué pasaba. Qué tenía. Pero doy fe de que nunca sentí nada parecido por ninguna persona. A nadie quise tanto. A nadie odié tanto.

Un mes más tarde volví a Madrid. Esta vez la excusa era matar el mono que tenía al llevar tiempo (alrededor de 80 días) sin entrenar. Las niñas de ARG, que venían a Linares, eran una buena dosis para controlar la adicción. Unas chicas según parecía fantásticas con las que compartí con ellas cierto viaje a Orlando creo recordar. Y creo recordar lo de las chicas fantásticas, porque sé que fuimos a Orlando, pero no recuerdo muy nítidamente qué niñas acabaron yendo o cuáles no. El hecho es que tanto en la ida como en la vuelta a Linares me reencontré con ella. Todas las sensaciones eran plagio de las anteriores pero multiplicadas por veinte. El mismo desprecio junto a la misma magia, esta vez veinte veces mayor.

Más tarde, Lanzarote. ARG y su cueva. Las niñas y todo lo que vivimos. Nada que no se sepa. Luego una temporada en Gran Canaria con desprecios, aprendiendo cómo no había que hacerlo y sufriendo quizá por vez primera lo que significaba soledad aun cuando la muchedumbre se amontonaba a diario. Acaso los enemigos.

La luz de Valladolid, la oscuridad de Gran Canaria, enamorarse en Lanzarote, el tormento de compartir vidas incompatibles. Todo junto. Nació. O mejor dicho, derivó en Madrid. Mí Madrid. Ese que cada uno tiene, que cada uno siente y que cada uno vive.

Madrid, 20 de Enero de 2011. Ruimi se acerca y me retira el vaso ya vacío. Nunca una mirada dijo más que cualquier frase elocuente o acertada. Luego de tomar alguna comanda en la barra y volver hacia mi encuentro, aclaró: “No vas a pagar nada, eres de la familia”. Nos despedimos tras un guiño, tomé mi nueva mochila y salí del bar pensando en la espiral que había tomado mi vida y en la que parece que , por primera vez desde que tengo uso de razón, sentí que el destino (aquella palabra que usan las abuelas con mucha fe) había hecho de las suyas. Caminé, esta vez sin frío, sin asombro y sin jugar con el vaho de mi respiración, dirección a la entrada del metro.

5 comentarios:

Unknown dijo...

¡¡Que tremendo gustazo levantarte por la mañana y encontrarte con esta narrativa!!
Te echaba de menos; echaba de menos la magia que eres capaz de desprender en forma sensatez, cariño, madurez y simpatía.
Me encanta el párrafo: "La luz de Valladolid, la oscuridad de Gran Canaria, enamorarse en Lanzarote,...". ¡Qué bueno tío!
Espero que Ruimi vuelva dentro de otro par de Eneros para que te vuelva a decir: "Hoy es veinte de Enero señor Rivero", y que nos narres que ha pasado desde entonces, ¡otra vez!

Anónimo dijo...

Niño,no tengo palabras para esto!!Se me agolpan las lagrimas en los ojos y se me estracha la garganta,q te puedo decir,AMIGO!!!1abrazo y ya sabes,silvame cuando me necesites,q alli estaré!!


P.D.:Sólo me reconozco en tus palabras por el nombre,aun asi,ERES MUY GRANDE Sr.JUAN CARLOS!!

Coach ATM dijo...

Tears blind my eyes (lo que no es muy difícil en mi estos tiempos, pero esta vez va muy en serio, no lo pude evitar).

ARG dijo...

bufffff sr. rivero no se si tears o blind o my eyes (en el fondo solo es cuestion de algun matiz con unos pequeños datos) pero estoy de acuerdo con atm.
necesito una pequeña ilustracion para algo k no me kedo muy claro .....desde el primer momento hubo chispa (¿por eso nos kemamos despues?) y ahora lo mas complicado para mis entendederas ....con penetracion o com pene o con pene traicion ... o como kiera llamarse ( ¿es que han cambiado tanto los tiempos?) en fin kerido amigo.... tanta paz lleve como sin duda nos dejo.
ahora mas en serio me ha encantado tu juntaletras y te felicito porque estoy de acuerdo contigo k la vida es un jiji y un jaja

Juanki Rivero dijo...

Primero compenetración y luego con penetración.
Como diría alguien con algunos datos...eso no se elije, se da incluso de manera química.

Y sí, tanta paz nos dejó a todos....