miércoles, 14 de octubre de 2009

La Condena de Querer Hacerlo Bien

Desde que salimos del vientre de nuestra progenitora, lo hacemos amarrado a la desordenada vida en grupo que nos otorga la sociedad. Hay dos verdades acerca de la demografía mundial que sufrimos cada día en relación a este tema. La primera es la cantidad, en números de individuos, que tiene nuestra especie. Sin lugar a dudas un grave problema. Porque, ¿cuántas cabezas pensantes en desacuerdo existen? En realidad todas. Ninguna persona puede llegar a pensar absolutamente igual que otra. Siempre habrán diferencias. Sin embargo, parece que algunas personas se sienten a gusto con esa diferencia de pensamientos y de desacuerdo. En la mayoría de los casos esa disconformidad será inconsciente; no obstante, la mayoría del mundo occidental vive en ese punto en el cual son conscientes de las contrariedades de pensamiento y a pesar de ello viven tranquilos. Es más, salen beneficiados (frente a otros como nosotros o la verdadera pobreza) porque son un punto flaco de la sociedad para que otros más listos y cabrones se engrandezcan a través de su estupidez e ignorancia, por ello son mimados, cuidados y protegidos mediante la jefatura.
Probablemente esto que siento y pienso en este momento de mi vida sea pasajero. Sin embargo, me resulta imposible dejar de sentir como si me pisotearan cuando escucho de la boca de alguien:

Conversación entre una parada (sin empleo) y otra parada. Ambas dos con una vida estable, tranquila y sin demasiadas complicaciones.
-¡No seas boba! ¿Por qué no pides la ayuda que te dan por estar inútil? ¡Son 400€! Si yo pudiese la pediría, pero no puedo porque mi marido es funcionario (o algo así le respondió. No se muy bien como funcionan esas reglas). Así tienes más dinero para ti, para poder salir los findes y eso, así no tienes que pedir dinero prestado a tus padres.

Había llegado de class después de un día un poco espeso. Me pasé gran parte de una de las horas pensando y dándole vueltas al cerebro sobre tonterías del mundo, y buscando soluciones a problemas que nos ahogan. Incluso muchas de ellas las escribí. Venía dado, porque anteriormente, en Lengua, tratamos un texto crítico, muy crítico, de El País donde una de sus redactoras empezaba metiéndose con la gripe A y acaba hablando de tráfico de armas, esclavitud y violaciones. Curioso. También, en Filosofía se hablo sobre la corrupción y la poca preparación de los mandatarios de la entidad Estatal. Por lo que esa conversación que escuché después de haber salido de class me toco un poco los cojones.
Solamente hice un pequeño comentario acerca de la conversación que ellas estaban teniendo. No quise meterme de lleno y perder energías en el intento estúpido de que un dieciochoañero convenciera a esas dos personas con sus argumentos complicados y pesados. Por lo tanto lo único que solté de mi boca a La Parada nº 1 fue:
-¿Dónde dejaste tu ética? (MUY retórico. Yéndome frustrado) Es comprensible todo lo que pasa en el mundo después de escucharte.

Esta es la primera verdad acerca de la demografía mundial. No obstante, la otra verdad es que de ese número total hay un porcentaje (no importa lo pequeño que sea, sino a todos los demás que sea capaz de mover) que estamos dispuestos a ponernos de acuerdo para poder desarrollar algo en común que haga al conjunto disfrutar, cultivar y desarrollar un mundo. Un mundo no perfecto, pero sí buenísimo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

pander.... creo que empiezas a comerte el coco un poco demasiado, esta entrada es digna de tener una conversación... de adultos (jeje), y seguramente tendrás tus buenos razonamientos pero aquí no los has plasmado bien, parece algo desvariada e inmadura, y que conste que la califico así porque sé que que tus verdaderas intenciones no lo son, no se si me he explicado bien:(

Coach ATM dijo...

Leo esto y no leo lo que escribes. Te veo y te escucho. Sé lo que piensas y lo que sientes.
El título lo dice todo. No necesito muchas palabras, incluso a veces ninguna. Y me temo que tampoco tú necesitas que yo diga mucho más.
Si pudiera abrazarte...