sábado, 21 de noviembre de 2009
SIEMPRE AMANECE.
jueves, 19 de noviembre de 2009
Atrévete a Entrar en esta Ventana
miércoles, 18 de noviembre de 2009
UNAS FRASES PARA RECORDAR
Ante todo quisiera nombrar que, aunque sé que no formo parte de esa generación o no he formado parte de esos entrenos o esas vivencias, algo de mi me hace sentirme que yo también pinto algo en esta historia.
Empezaré citando a un jugador que me dedicó unas palabras que cambió mucho mi forma de verme y del cambio que se ha producido en mi. Esa frase en cuestión fue: “Eze, quien iba a pensar que serías entrenador, viéndote cuando entrenabas con Roberto Orellana....” Esta frase me hizo ver mi pasado, lucha y entrega sin sentido, era lo más parecido a un esclavo, solo que para rematarlo era horriblemente malo. Tenía una confianza plena en lo que realizaba mi entrenador sin nunca preguntarme el porqué de las cosas. Bastó que un año llegase una persona al sur e influyese a otra y esta otra me transmitiese dichos conocimientos, no solo técnicos y tácticos, sino la forma de hacerlo bien. Un mundo nuevo y a la vez extraño. Ya no era igual al resto, era diferente y por fin sentía que lo hacía bien, por fin sentía algo de lo que era realmente el baloncesto y lo que eso conlleva.
Todo esto me dice que nunca es tarde, lo único que importa es estar en ese momento adecuado en el sitio adecuado. Una suerte que espero algún día de ser consciente de lo afortunado que soy.
He de agradecer ese comentario a ese jugador, al cual le tengo una gran admiración, que me haya al menos considerado un entrenador. Es un paso de muchos que tendré que dar.
Me queda la otra cita o frase inolvidable en mi vida. Dicha frase es: “Yo no hubiese dado un duro pero con el tiempo estás haciéndome ver que me puedo haber equivocado”. Esta frase no es exacta, dicha por un entrenador y amigo al cual le tengo muchísimo aprecio. La frase citada completa a la anterior, porque siento con esta frase que no solo bastaba que estuviese en el lugar idóneo en el momento idóneo, sino que debo no solo escuchar y entender sino también querer aprender. Muchas veces desperdiciamos la oportunidad que se nos da sólo una vez en nuestra vida, por no saber valorarlo y no luchar lo suficiente. Gracias a Dios luché y quise aprender y aun sigo queriéndolo hacer, puesto que uno deja de aprender cuando cree (equivocadamente) que lo sabe todo y por lo tanto dejará de crecer.
Quisiera acabar dando las gracias, no solo a los autores de las frases, sino a todo ese grupo especial, diferente, que me ha dado un punto de vista distinto, mejor. Gracias por sacarme de la oscuridad y ver al menos un rayo de sol.
EZEQUIEL HM
martes, 17 de noviembre de 2009
DERROTA
sábado, 14 de noviembre de 2009
¡¡FELIZ NAVIDAD!!
Nos fuimos a comprar algunas cosillas para poder desayunar como 2 personas normales, aunque sea para camuflarnos. Entramos al SUPERMERCADO GUAZA (todo en Guaza, se llama Guaza, Bar Guaza, Cristalería Guaza, Enmarcaciones Guaza) y fuimos a la parte de embutidos para pedirle a la señora que nos diera unas lonchas de lo que no teníamos claro a escoger. Resulta que tenía claro lo que quería antes de entrar, pero siempre pasa igual. Llego al mostrador y miro más opciones y mmmm ¡eso puede que me guste hoy! Aunque nunca me haya gustado, vuelvo a caer en la trampa de darle otra oportunidad y de mandar a freír espárragos a lo que en principio iba a comprar. Pero vamos, que tampoco es que cambiara azúcar por sal, era un jamón por chorizo de perro (sobreasada).
Nos subimos en el coche de Sergio. Lo primero que se me pasa por la cabeza cuando me subo a su coche, es pensar si de verdad ya sabe conducir o no(simplemente es lo que se me pasó por la cabeza). Es que todavía no acabo de creer que se haya convertido en mi taxista jajaja.
Llegamos a la playa. Raul con expectativas superiores a lo posible y a sus posibilidades, no hizo otra cosa que pensar que coger olas es tan fácil como nos muestran en “Locos por el surf”. Me reí bastante en silencio. Entonces todos se fueron a coger olas y yo cogí y me quede en la orilla, un lugar muy interesante para aquellos que les guste estar incómodos, pues la playa era de piedras. Pensé,”otra vez” en qué podía escribir en mi entrada semanal, y me relaje siguiendo el protocolo que creí mas apropiado. Quítate las cholas, siéntate en una posición correcta, suelta lo que tengas en las manos y olvidate de que tienes que subir una entrada si o si. “Leo da igual si un día no se te ocurre nada”Un protocolo como para niños de preescolar. Y aparecieron esplendidas ideas al momento, fue amazing hasta que me di cuenta de que no llevé donde escribirlas ni con que. Así que, quedaron como en un sueño que no recordé a los cinco minutos siguientes. Ya me organizaré para buscar algún día en mi cabeza, haber donde habré dejado esas ideas.
Pero es que no paraban de aparecer y aparecer. Me levante de el horrible lugar al rato de ver que estaba perdiendo el tiempo por no poder apuntar nada y me aventuré a buscar cualquier objeto punzante que tuviera la propiedad de dejar una marca visible al rozarle con una superficie que lo permita, que tenga facilidad móvil y con un mínimo de tamaño para que quepa lo que me interese. Por el camino me entretenía cubriéndome de la lluvia de ideas. Un buen rato buscando estuve , casi me exploré todo el pueblo. Finalmente acabé en un supermarket de un hotel cerca de la playa. Fracaso enorme el que tuve, el único lugar posible para encontrarme algo parecido a lo que busco, y en la parte de la tienda que vendían cosas similares, no había mas que periódicos con portadas muy atrevidas para “ustedes” y el precio de los lapices de colores para rellenar libros con dibujos era demasiado elevado.
Nada, volví a la playa me senté y me propuse comer para quitarme ese estrés tontamente causado. Saque mi bocadillo, abrí mi boca coordinándola con mi brazo y... ¡Fosss!¡Esto es un asco!¡Maldito bocadillo de chorizo de perro! Debí no haber escogido eso. Comenzó entonces mis ansias de largarme de ese sitio, pero como no dependía de mi pues intenté volver a utilizar el comodín de relajación y así disfrutar del paisaje claro y colorido, vistas para mi punto de vista, brisa agradable, sol intenso y constante ante la ausencia de nubes, tranquilidad al estar los amigos en el agua, sonidos que acompaña con armonía el resto del panorama, sensaciones en agradables partes de mi cuerpo con el contacto con algo de arena. “¡Leo! ¿y quieres largarte?” Pues si, quería puesto que tenia ganas de cumplir conmigo mismo y publicar algo (incomprensible).
Acabaron saliendo del agua, recogimos y nos fuimos con destino a la casa de cada uno. Por cierto Raul se dio cuenta de que lo que parece fácil a veces no es tan fácil. El pobre solo cogió una ola durante decenas de décimas de segundo. De camino a casa hablamos menos que a la ida, se notaba el cansancio ajeno, pero las risas no faltaron.
Llegué por fin a casa, corrí a hacía ordenador y me dispuse teclear lo mas rápido posible todo aquello que quería soltar, pero sudently me di cuenta de que acababa de haber hecho la estupidez más grande, perder un día con mis amigos por estar preocupado en escribir algo con lo que mis amigos podrían disfrutar en otro momento. Y yo sin ser cociente de que yo no disfrutaba en ningún momento de nada y que haber desperdiciado un día como ese pensando en luego hacer otra cosa. Como que no estaba bien, ni para mi ni para ellos. Vaya pedazo de colleja te mereces Leo. No pasa nada te distes cuenta tarde pero te distes cuenta.
Reaccioné radicalmente largándome a una reunión que tenía mi familia en una piscina que tenemos en las américas, a la que no pensaba ir en principio. No me lo pensé dos veces. Salí corriendo al coche antes de que mi padre que previamente me había invitado se fuera sin mi. Y para no enrrollarme, me lo pasé supermegayupi. Nos reímos de verdad, jugamos, bailamos y todas esas cosas que suelo hacer con la familia paterna.
Ahora llega el mejor momento de todo este maldito texto que he escrito, solo para desahogar mis ganas de decir algo.
-Me jode no haber disfrutado con mis amigos.
-Salí y pude disfrutar con mi familia lo que quedaba de día.
No hay que sacar nada de aquí.... simplemente escribo algo que espero que no vuelva a ocurrirme en varias ocasiones más, no tiene más ciencia. Vamos, que todo esto es para nada, por que no esta hecho para que saquéis conclusiones ni os pongáis a pensar ni nada que tenga que ver. Dejemos lo en que está hecho para que me hagáis caso y ya está.
Aprendida la lección. Ahora me voy a hacer mi árbol de navidad. Sé que es temprano pero es para dejar de pensar en futuro y vivir el presente en el pasado de lo que sería apropiado, y así dejar de esperar que llegue el momento de disfrutar de lo bueno.
PD: Si pasáis por Guaza de noche, vivo en la única casa que tiene luces de navidad puestas. Desde la autopista se aprecia. Espero que se entienda y que lo entiendan no solo los que entiendan XD.
viernes, 13 de noviembre de 2009
... en Público.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Muy fuerte GLORIA FUERTES
SONRISAS QUE DEVUELVEN LA VIDA
Pernoctar es una de mis aficiones preferidas. Lamentablemente ya casi no lo hago por dos motivos. El primero es producto de mi maldito horario, y el segundo es que no tengo con quién. Hubo una época que el mejor momento del día (o de los mejores) era cuando éste había acabado. Anécdotas de la mili, combates pasados y casi siempre perdidos contra ignorantes, música de verdad, cine del que ya no se hace, ataques contra zona, Dean Smith, Reverte, cómo coño haces eso con el ordenador, cosas del amor y el desamor, de la amistad y de cómo se amontonan los enemigos, por qué nos hemos quedado tirados sin coche…otra vez, frases y citas legendarias, por qué no existe una palabra tan fantástica como “orgasmático”, un café, una tarta de queso que estaba muy buena pero a la postre paso a ser secundaria gracias a conocer tartas de queso auténticas… Y sobre todo la mezcla de “por qué no se me habría ocurrido a mi”,orgullo y admiración que en mí cada día iba creciendo hacia alguien que no paraba de crear peldaños (puede que sin saberlo) para completar poco a poco una escalera hacia las alturas que por supuesto no iba a desaprovechar.
El caso es que este finde por fin me tocó pernoctar, y vaya que si lo hice. Dos buenos amigos me hicieron una visita inolvidable dónde las risas hasta lagrimar, los brindis y las visitas turísticas no cesaron en ningún momento.
La última mañana estábamos absolutamente destrozados, pero quedaba algo importante por hacer. Ver un partido donde jugaban nuestros amigos Leo y Adri acompañados de un cada vez menos vago Sergio. Los pensamientos eran negativos como últimamente todo lo viene siendo. Me imaginaba un Leo jugando locamente y sin sentido buscando alguien que le entendiera y un Adrián irascible e incomprendido por la mayoría de los allí presentes. Por no hablar del momento en que Sergio pagaría lo que fuera por compartir minutos con estos dos zagales.
Quizá se hayan acostumbrado a lo cutre y simple. Quizá no les quede más remedio y sea una especie máscara. Pero hicieron algo durante el partido que por un momento hizo olvidarme de absolutamente todo lo negativo que llevo dentro de mi. Simplemente sonreían. En el peor momento del partido Adrián lo controló todo, buscó a Leo y lo encontró, hizo un plan y salió. Leo anotaba con la derecha, con la izquierda, incluso hicieron una exhibición de defensa!! Ganaron el partido. Pero eso era secundario. Lo más destacado era que todo el rato sonreían. Les encantaba estar allí sabiéndose admirados y observados por unos amigos en la grada que no paraban de retorcerse del gusto, que se lo pasaron en grande y que en algún cruce de miradas grada-cancha se intercambiaban conversaciones enteras. Sonrisas que devuelven la vida. Que me hicieron más fuerte, más grande, más ansioso. Me elevaron.
Recuerden que por alguna extraña razón hay alguien que te quiere, confía en ti 100%, nunca te mentiría y muestra su luz dondequiera que esté. Yo tengo varios. Ustedes también. Nunca podremos defraudarles.